Nota: Estas consideraciones llegaron en uno de esos correos que rebotamos con frecuencia, llama la atención lo tangible de la memoria viva de quien lo escribe, nos pareció interesante para las nuevas generaciones , hay que conocer nuestro pasado para no pasar por tontos, el montaje de las imágenes es responsabilidad de Juan Talavera, no del equipo Unefm Socialista
Quisiera dedicarle este breve texto a aquellos, que sin ser
militantes rancios de Acción Democrática y sus derivados, se hagan
presentes o sigan por los medios el funeral de CAP. No directamente a
los deudos sino a los otros, a los que
creen que hay algo de “lucha” o “reivindicación” en la figura de ese
señor, aquellos que han dejado de lado todo límite ético simplemente por
adversar a la Revolución Bolivariana, esos que piensan que la táctica
para salir de Hugo Chávez justifica sumar a todos los sectores, sin
importar su historia, ni su calaña.
militantes rancios de Acción Democrática y sus derivados, se hagan
presentes o sigan por los medios el funeral de CAP. No directamente a
los deudos sino a los otros, a los que
creen que hay algo de “lucha” o “reivindicación” en la figura de ese
señor, aquellos que han dejado de lado todo límite ético simplemente por
adversar a la Revolución Bolivariana, esos que piensan que la táctica
para salir de Hugo Chávez justifica sumar a todos los sectores, sin
importar su historia, ni su calaña.

Mi adolescencia incluyó, como parte del aprendizaje que me daba la
sociedad, la tortura, la recluta, la prisión preventiva, la amenaza, las
huidas épicas, el miedo y la rebeldía como única manera de sobrevivir
sin por ello tener que renunciar a ser adolescente. En mi memoria hay
imágenes que nunca se me podrán borrar de la cabeza, muchas de ellas con
aquel cuerpo armado de la infamia que se llamó la Policía
Metropolitana, y que en tiempos de CAP usaban un uniforme azul o gris
ceñido al cuerpo, con botas de campaña, y un casco blanco con dos rayas
amarillas y que se convirtió en símbolo del horror. En una de esas
imágenes, me acuerdo que tenía yo 15 años, a las 10 de la noche en el
Boulevar de Sabana Grande, y ver venir a 4 de esos policías, caminando
por la oscuridad, con las peinillas fuera de la funda, raspando con
ellas el piso y sacando chispas, ante ellos corrían varios niños de la
calle, yo también corrí. Son escenas de una Venezuela que era
torturante.
sociedad, la tortura, la recluta, la prisión preventiva, la amenaza, las
huidas épicas, el miedo y la rebeldía como única manera de sobrevivir
sin por ello tener que renunciar a ser adolescente. En mi memoria hay
imágenes que nunca se me podrán borrar de la cabeza, muchas de ellas con
aquel cuerpo armado de la infamia que se llamó la Policía
Metropolitana, y que en tiempos de CAP usaban un uniforme azul o gris
ceñido al cuerpo, con botas de campaña, y un casco blanco con dos rayas
amarillas y que se convirtió en símbolo del horror. En una de esas
imágenes, me acuerdo que tenía yo 15 años, a las 10 de la noche en el
Boulevar de Sabana Grande, y ver venir a 4 de esos policías, caminando
por la oscuridad, con las peinillas fuera de la funda, raspando con
ellas el piso y sacando chispas, ante ellos corrían varios niños de la
calle, yo también corrí. Son escenas de una Venezuela que era
torturante.
Recuerdo también aquel concierto de Sentimiento Muerto, en pleno
gobierno de CAP, en la plaza Brión de Chacaito, el lanzamiento de “Sin
sombra no hay luz”, recuerdo que ser joven era ser constantemente
criminalizado, vejado y reprimido, era ser el blanco favorito de las
perversiones grotescas de la Guardia Nacional (mi generación aún espera
una disculpa oficial de la GN por su conducta aquellos años), de
aquellos DISIP de negro en carros amarillos, de los pantaneros y demás.
No hablo de la enorme represión política, de la tortura a los miles de
presos políticos, ni de las grandes masacres, ni de La Peste, ni de nada
de eso, hablo de un día a día cotidiano donde la represión era parte
oficial de la política de Estado. Hablo simplemente de un concierto, de
una de las mejores bandas, con mayor proyección internacional, hablo de
300 policías corriendo con palos, bates, tablas, rolos, peinillas, con
rabia, sintiendo que con aquella paliza estaban evitando un acto que
ponía en duda la base social de su poderío. Recuerdo también una vez,
que estando en el Rajatabla, llego un comando armado, eran petejotas o
disips, y se llevaban a todo el mundo, apilados unos sobre otros, serían
apenas las 6 de la tarde, era domingo. Recuerdo bajar del liceo, y que
una mano me sujetara por el cuello sin mediar palabra, al siguiente
momento estaba en una jaula y a patadas me hacían entrar entre decenas
de personas que ya habían sido detenidas, recuerdo la cámara de
televisión que luego nos filmaba como parte de los logros de los cuerpos
represivos del estado.
gobierno de CAP, en la plaza Brión de Chacaito, el lanzamiento de “Sin
sombra no hay luz”, recuerdo que ser joven era ser constantemente
criminalizado, vejado y reprimido, era ser el blanco favorito de las
perversiones grotescas de la Guardia Nacional (mi generación aún espera
una disculpa oficial de la GN por su conducta aquellos años), de
aquellos DISIP de negro en carros amarillos, de los pantaneros y demás.
No hablo de la enorme represión política, de la tortura a los miles de
presos políticos, ni de las grandes masacres, ni de La Peste, ni de nada
de eso, hablo de un día a día cotidiano donde la represión era parte
oficial de la política de Estado. Hablo simplemente de un concierto, de
una de las mejores bandas, con mayor proyección internacional, hablo de
300 policías corriendo con palos, bates, tablas, rolos, peinillas, con
rabia, sintiendo que con aquella paliza estaban evitando un acto que
ponía en duda la base social de su poderío. Recuerdo también una vez,
que estando en el Rajatabla, llego un comando armado, eran petejotas o
disips, y se llevaban a todo el mundo, apilados unos sobre otros, serían
apenas las 6 de la tarde, era domingo. Recuerdo bajar del liceo, y que
una mano me sujetara por el cuello sin mediar palabra, al siguiente
momento estaba en una jaula y a patadas me hacían entrar entre decenas
de personas que ya habían sido detenidas, recuerdo la cámara de
televisión que luego nos filmaba como parte de los logros de los cuerpos
represivos del estado.

Y es que el poder ejercido por CAP era absolutamente inestable,
completamente anti-popular, úniCamente sostenido en el régimen más
horroroso del terror, aquel terror que se expresaba en las jefaturas,
los pequeños módulos, las cárceles móviles a las que llamaban jaulas, el
régimen de CAP era un régimen policial y asesino. Todo era objeto de
represión, todo era motivo de miedo, el régimen actuaba ante lo más
mínimo, ya fuera porque eras joven, o pobre, o negro, o pelúo, siempre
tenías que andar bajándote del autobús para la requisa, siempre podias
ser apuntado con una HK, o puesto contra la pared para ser humillado
incluso sexualmente. Así fuera algo tan inofensivo como Sentimiento
Muerto, a esos perros todo les olía a revuelta, y la respuesta frente a
cualquier impulso social era siempre la misma, policías, miedo, horror.
Detrás siempre estuvieron los medios, la misma Radio Rochela no hacía
sino estimular la creación de estigmas sociales que garantizaban
diversión en las miles del prisiones que la Ley de Vagos y Maleantes
creaba, cada oficina pública podía servir para que un PM o un GN o un
DISIP tuviera a alguien amarrado, cada expresión, así fuera el turismo,
recibía lo peor de lo peor que la sociedad venezolana tenía para
ofertar, como aquella pareja de franceses que fueron violados en la
Jefatura de EL Recreo, una de las peores y más corruptas, esa donde vi,
junto a los panas, cómo molían a palos a un hampón juvenil, aquella
donde los policías andaban de lentes negros y cadenas de oro, tal cual
el uniforme que López Sisco mostraba en sus apariciones públicas, tal
cual Ítalo del Valle, tal cual se vestían los adecos en aquellos
tiempos. Y es que era necesario ser crueles, era necesario matar
estudiantes por cualquier cosa, era necesario meterse como una jauria
de lobos en los edificios del 23 de Enero, era necesario golpear a
diestra y siniestra, aplicar todo tipo de torturas, era necesario parar a
un grupo de muchachos frente a la patrulla y simular que los fusilaban,
era necesario meterse en los autobuses pidiendo carnet laboral o
papeles militares….porque detrás de eso danzaban los millones del saqueo
a un país rico convertido en prisión de los pobres.
completamente anti-popular, úniCamente sostenido en el régimen más
horroroso del terror, aquel terror que se expresaba en las jefaturas,
los pequeños módulos, las cárceles móviles a las que llamaban jaulas, el
régimen de CAP era un régimen policial y asesino. Todo era objeto de
represión, todo era motivo de miedo, el régimen actuaba ante lo más
mínimo, ya fuera porque eras joven, o pobre, o negro, o pelúo, siempre
tenías que andar bajándote del autobús para la requisa, siempre podias
ser apuntado con una HK, o puesto contra la pared para ser humillado
incluso sexualmente. Así fuera algo tan inofensivo como Sentimiento
Muerto, a esos perros todo les olía a revuelta, y la respuesta frente a
cualquier impulso social era siempre la misma, policías, miedo, horror.
Detrás siempre estuvieron los medios, la misma Radio Rochela no hacía
sino estimular la creación de estigmas sociales que garantizaban
diversión en las miles del prisiones que la Ley de Vagos y Maleantes
creaba, cada oficina pública podía servir para que un PM o un GN o un
DISIP tuviera a alguien amarrado, cada expresión, así fuera el turismo,
recibía lo peor de lo peor que la sociedad venezolana tenía para
ofertar, como aquella pareja de franceses que fueron violados en la
Jefatura de EL Recreo, una de las peores y más corruptas, esa donde vi,
junto a los panas, cómo molían a palos a un hampón juvenil, aquella
donde los policías andaban de lentes negros y cadenas de oro, tal cual
el uniforme que López Sisco mostraba en sus apariciones públicas, tal
cual Ítalo del Valle, tal cual se vestían los adecos en aquellos
tiempos. Y es que era necesario ser crueles, era necesario matar
estudiantes por cualquier cosa, era necesario meterse como una jauria
de lobos en los edificios del 23 de Enero, era necesario golpear a
diestra y siniestra, aplicar todo tipo de torturas, era necesario parar a
un grupo de muchachos frente a la patrulla y simular que los fusilaban,
era necesario meterse en los autobuses pidiendo carnet laboral o
papeles militares….porque detrás de eso danzaban los millones del saqueo
a un país rico convertido en prisión de los pobres.

En esos días al petróleo venezolano le llamaban Orimulsión y lo
vendían como si fuera asfalto de mala calidad, la jefa de las FFAA era
una barragana, había una oficina del U.S.Army en Fuerte Tiuna, eran los
tiempos de mayor pobreza, y del primer país al que le aplicaban lo que
todavía hoy usan como arma política en Grecia, la UCV era un candelero,
los liceos otro, las caras de Hambre y miseria recorrían las calles,
pero no en formato de indigente, sino de trabajadores, de estudiantes,
profesores, niños, niñas, ancianos, eran los tiempos de la ballena
contra los viejitos, y de la HK contra los barrios. Giusti, Carmelo
Lauria, Miguelito Rodriguez, Moisés Naim, Piñerúa, el Bufalo, y todos
aquellos que simplemente robaban y robaban, sometían a los demás a
peinilla, tiro, terror, muerte y represión.
vendían como si fuera asfalto de mala calidad, la jefa de las FFAA era
una barragana, había una oficina del U.S.Army en Fuerte Tiuna, eran los
tiempos de mayor pobreza, y del primer país al que le aplicaban lo que
todavía hoy usan como arma política en Grecia, la UCV era un candelero,
los liceos otro, las caras de Hambre y miseria recorrían las calles,
pero no en formato de indigente, sino de trabajadores, de estudiantes,
profesores, niños, niñas, ancianos, eran los tiempos de la ballena
contra los viejitos, y de la HK contra los barrios. Giusti, Carmelo
Lauria, Miguelito Rodriguez, Moisés Naim, Piñerúa, el Bufalo, y todos
aquellos que simplemente robaban y robaban, sometían a los demás a
peinilla, tiro, terror, muerte y represión.

No solo era lo físico y lo material, aquella realidad tan jodida de la
economía, y aquel secuestro policial al que sometían a la población, lo
peor, lo más abyecto, era el nivel terrible de mediocridad con el que un
grupito de adecos y de oligarcas pretendían sostener el régimen, eran
los militares robando nintendos en las aduanas, aquellos mismos que el
27 de febrero mataron a miles, esos mismos que lo único que conseguían
era un televisor, un radio, un walkman, no daba para más la situación,
el país de la novela basura no podía pensar en otra cosa que no fueran
estupideces e imbecilidades, eran los años del nacimiento de la
imbecilidad como forma de vida, fueron los años que precedieron a
aquella matazón que se armó por zapatos de básquet, los años en que
aprendimos Que se puede ser rico por robar el vaso de leche escolar, los
años en que aprendimos que parte del oficio del político puede ser el
de ejecutar un plan de ahogar un hospital infantil para justificar su
privatización, los años en que deja de importar la vida humana para
buscar espacios donde todo fuera privado, nada fuera público y todo
tratado como negocio. Fueron los años de presidencia de CAP aquellos en
los que una partida de enanos del espíritu lograron controlar un país a
punta de pistola para obligarlo a ser triste testigo de su propia
humillación.
economía, y aquel secuestro policial al que sometían a la población, lo
peor, lo más abyecto, era el nivel terrible de mediocridad con el que un
grupito de adecos y de oligarcas pretendían sostener el régimen, eran
los militares robando nintendos en las aduanas, aquellos mismos que el
27 de febrero mataron a miles, esos mismos que lo único que conseguían
era un televisor, un radio, un walkman, no daba para más la situación,
el país de la novela basura no podía pensar en otra cosa que no fueran
estupideces e imbecilidades, eran los años del nacimiento de la
imbecilidad como forma de vida, fueron los años que precedieron a
aquella matazón que se armó por zapatos de básquet, los años en que
aprendimos Que se puede ser rico por robar el vaso de leche escolar, los
años en que aprendimos que parte del oficio del político puede ser el
de ejecutar un plan de ahogar un hospital infantil para justificar su
privatización, los años en que deja de importar la vida humana para
buscar espacios donde todo fuera privado, nada fuera público y todo
tratado como negocio. Fueron los años de presidencia de CAP aquellos en
los que una partida de enanos del espíritu lograron controlar un país a
punta de pistola para obligarlo a ser triste testigo de su propia
humillación.
Ustedes, esos que hoy saludan al cadáver insepulto de Carlos Andres
Pérez, ustedes jamás podrán hacer llamados a la justicia o la unidad
nacional, porque esa unidad comenzaría por la justicia de reconocer que
durante esos años, de la mano de ese señor, se cometieron todo tipo de
hechos deleznables, nunca justificables. AD fingió por unos años que
había expulsado a CAP para hoy hacer creer que es un héroe, eso es
simplemente cagarse en las historias de los que eramos adolescentes en
esos días, es cagarse en los niños desnutridos y que hoy ellos son
adultos que merecen ser reconocidos históricamente como victimas, es
negar que existieron estafas que fueron como una bomba nuclear en la
morAl del país, borrar de la historia que esa clase dirigente superó
todos los límites de la conducta humana, que la recluta y la ley de
Vagos y Maleantes eran usadas como TERRORISMO DE ESTADO, que la PM usó
sistemáticamente métodos fascistas y criminales de control social, deben
reconocer que por las escaleras de los barrios los primeros asesinos y
los que enseñaron el oficio de sicario fueron los pacos de la IV,
aquellos del casco blanco con amarillo, aquellos de los pantaneros que
imponían el toque de queda so pena de muerte, es engañar al país
haciéndole creer no existió una camarilla de jueces y abogados de AD y
COPEY que llevaron la justicia a la ruina que todavía hoy se expresa.
Ustedes deben reconocer que la primera condición necesaria para que
exista el pacto social es aceptar que para nosotros es un punto de honor
que esos que gobernaron esos días: NO VOLVERAN.

De este lado, en esta acera de los que sí tenemos memoria, a ustedes
que están olvidándolo todo, que piensan que el horror se justifica solo
por el miedo de ver un pueblo que baja del cerro a asumir su posición de
dueño del país, a ustedes que prefieren ver a la mayoría subsumida en
la ignominia de las cárceles, que son capaces de honrar a los creadores
de la Ley de Vagos y MaleAntes, a ustedes que piensan y llegan a
escribir tesis de por qué es necesario que la alimentación, la salud y
la vida estén en manos privadas, a ustedes que hoy se arrodillan ante el
cadáver insepulto de CAP, solo les puedo decir:
que están olvidándolo todo, que piensan que el horror se justifica solo
por el miedo de ver un pueblo que baja del cerro a asumir su posición de
dueño del país, a ustedes que prefieren ver a la mayoría subsumida en
la ignominia de las cárceles, que son capaces de honrar a los creadores
de la Ley de Vagos y MaleAntes, a ustedes que piensan y llegan a
escribir tesis de por qué es necesario que la alimentación, la salud y
la vida estén en manos privadas, a ustedes que hoy se arrodillan ante el
cadáver insepulto de CAP, solo les puedo decir:
VIVA LA REVOLUCION BOLIVARIANA
VIVA EL COMANDANTE CHÁVEZ
VIVA BOLÍVAR
Iván Maiza
C.I.13.735.179
VIVA EL COMANDANTE CHÁVEZ
VIVA BOLÍVAR
Iván Maiza
C.I.13.735.179


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